La mayoría cree que come bien (Parte II)

Siempre comemos los mismos alimentos.

Todos en nuestras casas tenemos entre 10 y 20 platillos que se van repitiendo a lo largo de todo el año y la vida. Cuando llegamos al platillo número 20 regresamos al número 1.

Cuando vamos a la pizzería no tenemos que pensar qué pizza vamos a pedir, ya tenemos escogida la que siempre pedimos, cuando vamos al restaurante hacemos exactamente lo mismo, es decir, si en esos platillos hay deficiencias vamos a tener esas deficiencias toda la vida y también si hay excesos vamos a tener esos excesos toda la vida.

Otro problema es que comemos lo que nos gusta, no lo que más nos conviene

A esto es a lo que se le llama tener malos hábitos alimenticios. La mejor forma de saber si alguien se alimenta bien es por las enfermedades que presenta, hay enfermedades que su causa especifica es la mala alimentación.

Muchas enfermedades que se consideran hereditarias no son sino el simple resultado de que lo que comen los padres, que es lo mismo que comen los hijos, y lo mismo que comía la madre desde el embarazo.

Por lo tanto la enfermedad que sufren los padres también la sufren los hijos, en eso consiste lo hereditario de la enfermedad. Muchos creen que comen bien porque comen comidas y platillos caros, en restaurantes caros, de lujo, comida de importación, internacional. Ellos piensan que comer mucho es comer bien.

La gente relaciona el comer bien con los alimentos que consume la gente de nivel de vida alto, es decir come pan blanco en vez de tortillas, tomar vino en vez de tomar agua, arroz blanco en vez de arroz negro, etc.

Entonces la gente escoge sus alimentos de acuerdo a sus colores, sabores y nivel social que lo consume.

Comer como rico no significa que comer bien. Comer como pobre tampoco significa que comes mal.

Ricos y pobres tienen alimentos buenos y malos. Lo importante es saber qué nutrientes contienen esos alimentos, no quien los come.

Otros equivocadamente creen que comen bien porque han disminuido la cantidad de carne roja que comen, otros porque no comer carne de cerdo, sólo comen carne de res, otros porque sólo comen pollo y pescado, otros porque comen muchas ensaladas y frutas, otros porque se han hecho vegetarianos, otros porque no comen tortillas, otros porque comen y cocinan sin grasa, otros porque tratan de comer de todo, otros porque comen cosas muy naturales y sanas, es decir, no comen nada enlatado, embotellado o procesado.

Otros porque se preocupan por comer cosas limpias, sin contaminación, bacterias o parásitos. Otros porque no comen en la calle, ni en restaurantes, siempre comen en su casa.

Otros creen que comen bien porque no comen comidas rápidas o chatarra. Otros porque complementan sus alimentos con vitaminas y minerales. Otros agregan fibra. Otros porque dejan de tomar café, alcohol, o fumar cigarrillos, etc.

La verdad es que todo esto sí ayuda a mejorar algún aspecto de la alimentación, pero aún así no significa que la alimentación esté completa y balanceada.

Es decir, hacer alguno o varios de estos cambios es muy constructivo, pero no significa que con eso ya obtenemos una buena alimentación.