Dieta y trastornos mentales

Dos informes vinculan la dieta con los trastornos mentales.

El alto consumo de productos procesados, la escasa ingesta de frutas y pescado fresco y el tipo de comida con la que se alimenta al ganado pueden ser los principales motivos del aumento de enfermedades mentales registrado en los últimos años.

Estas son las conclusiones de dos informes publicados en el Reino Unido en los que se afirma que la relación entre dieta y trastornos psiquiátricos es más fuerte de lo que se creía.

La Fundación para la Salud Mental británica y Sustain, una organización que está a favor de mejorar los alimentos, han elaborado dos informes en los que se concluye que, de seguir con la misma política de salud ambiental y alimentación animal, las enfermedades mentales continuarán aumentando en los próximos años.

En los estudios se ha evaluado el tipo de dieta consumida en los últimos 50 años entre la población inglesa y lo que han observado es que el equilibrio entre minerales, vitaminas y grasas consumidas ha cambiado en ese periodo de tiempo.

Otro aspecto que han detectado es una proliferación de los pesticidas en los cultivos y una alteración de la composición de la grasa corporal en los animales debido a la dieta con la que son alimentados.

Un ejemplo de ese cambio, según expone el informe, es la rapidez con la que los pollos engordan en la actualidad, dos veces más rápido que hace 30 años a costa de aumentar su grasa de un 2% a un 22%.

Esa dieta ha disminuido su equilibrio de ácidos grasos omega 3 y omega 6, necesarios para que el cerebro funcione adecuadamente.

Por el contrario, y debido a una mayor ingesta de alimentos preparados, se consume más cantidad de grasas saturadas que conllevan un peor funcionamiento de los procesos cerebrales.

 

El informe muestra que las personas comen un 34% menos de verduras y dos tercios menos de pescado fresco, la principal fuente de omega 3, que hace 50 años. Se piensa que la falta de ácido fólico, ácidos omega 3 y 6, selenio y aminoácidos como el triptófano podrían estar relacionados con la depresión, la esquizofrenia, el síndrome de déficit de atención con hiperactividad o con la enfermedad de Alzheimer.  

Método pionero

Así que una modificación en la dieta podría prevenir o mejorar algunos trastornos mentales como ha demostrado un programa pionero de nutrición y salud mental en el Reino Unido según informa el diario ´The Guardian´. "(Los pacientes mentales) comen grandes cantidades de alimentos ´cómodos´ como aperitivos, barras de chocolate, patatas fritas. Es muy común entre ellos beber diariamente un litro o dos de refrescos de cola.

Toman un montón de azúcar pero sólo comen una porción de fruta o verdura al día, si acaso", afirma Caroline Stokes, nutricionista del programa británico. En esa iniciativa se ha observado que algunos pacientes en los que no funcionan los fármacos y en los que se ha hecho un cambio en su dieta han presentado mejorías en su humor y energía.